Atraccion Pinocho Disneyland Paris

Pinocho Disneyland Paris

Con motivo del reciente estreno de la nueva versión de Pinocho en Disney+, echamos un vistazo a la atracción de Fantasyland dedicada al «pequeño títere de madera». Al igual que la película de Robert Zemeckis, Los viajes de Pinocho es un vibrante homenaje al clásico de 1940, pero con algunas sorpresas…

LA TIROLINA DE PINOCHO

Los Viajes de Pinocho se encuentra en la parte germánica de Fantasyland, como una extensión de Blancanieves y los Siete Enanitos, una ubicación lógica teniendo en cuenta que Walt Disney trasladó su historia de la Toscana natal del autor Carlo Collodi al Tirol. Por ello, los Imagineers se han esforzado en transcribir los escenarios del Clásico y su estilo característico en la arquitectura. Cuando te acercas a la atracción, es como si entraras literalmente en la película.

UN COLORIDO HOMENAJE

Los diseñadores del recorrido escénico interior también se esforzaron por rendir homenaje a la estética de la película, sobre todo en cuanto al color. El director artístico Paul C. Torrigino estudió en detalle la obra maestra de 1940. Esto le permitió acercarse lo más posible a los tonos originales, teniendo en cuenta al mismo tiempo las especificidades de la luz negra, que da a las casi 300 piezas del decorado una luminiscencia mágica.

En cuanto a los personajes, debido a su pequeño tamaño, Pepito requirió un trabajo especialmente preciso por parte de los artistas, sobre todo en cuanto a la representación de sus diversas expresiones.

En cuanto a la luz blanca, utilizada al principio y al final de la aventura, permitió a los pintores integrar muchos detalles adicionales, de nuevo inspirados en la película, como en el traje de Pinocho en la escena final.

UN VIAJE EN LA MÚSICA

Para contar la historia de estos viajes y sumergir a los visitantes en el mundo de la película, la música desempeña un papel fundamental. «Hi-Diddle Di Di» es el tema principal de la atracción. Este tema icónico acompaña a Pinocho como un leitmotiv a lo largo de sus aventuras. Primero la canta nuestra marioneta de madera en el Teatro Stromboli (en lugar de «Hay que saber romper las ataduras» en la película), luego se interpreta instrumentalmente en la Isla del Placer, primero en el organillo, típico de los parques de atracciones, luego en forma de ragtime en la Calle del Tabaco, antes de dar paso a un arreglo más oscuro en la sala de billar Eight Ball y en la escena de los burros atrapados.

El tema del Hada Azul aparece en la jaula de Stromboli, evocando su intervención mágica para liberarnos. Volverá a aparecer al final de la película, justo después de «Rezar a las estrellas», cuando entremos en el taller de Geppetto y aparezca subrepticiamente para devolverle la vida a Pinocho.

COMPAÑEROS DE VIAJE

Una de las particularidades de la película original era que el narrador -en este caso Pepito Grillo- era también uno de los personajes de la trama. Como señala el historiador J.B. Kaufman en su obra fundamental sobre la historia de Pinocho, Walt Disney se hacía eco de la película de Sacha Guitry de septiembre de 1938, Le Roman d’un Tricheur (El tramposo), en la que el protagonista podía dirigirse al público en medio de una escena. En la atracción, Pepito también habla directamente a los visitantes, convirtiéndolos no sólo en espectadores, sino en compañeros de viaje de Pinocho.

Y para involucrarlos aún más en la historia, los Imagineers tuvieron la idea de iniciar esta aventura «in media res» (literalmente «en medio de las cosas»), un proceso literario y teatral que pretende hacer que el espectador entre directamente en la acción, sin ningún tipo de preliminares. De hecho, como anuncian el escenario en miniatura y el telón rojo de la entrada del edificio, nuestro viaje escénico comienza con la primera (y única) representación de Pinocho en el teatro de marionetas de Stromboli.

UN OJO ASESORADO

Pero eso no es todo. Si la película de Robert Zemeckis es una nueva visión de la historia, sobre todo por la adición de nuevos elementos como el personaje de Sophie la gaviota, la atracción integra varios detalles imaginados durante la concepción del clásico de 1940, pero que no se conservaron en la versión final. Ya la fachada de la tienda, con su pequeño Don Quijote de madera sobresaliendo del techo, proviene de una escena que fue cortada durante el montaje. Asimismo, los decorados de la primera parte de La isla del placer, con sus bastones de caramelo, pan de jengibre y otros dulces, proceden de una versión anterior del guión. Pero Walt finalmente decidió convertirlo en un lugar donde se incumplen todas las reglas de la vida, como la calle del Tabaco.

Otro elemento eliminado de la película y que se encuentra en la atracción es el gendarme. Según J.B. Kaufman, en una de las primeras versiones, Geppetto le pidió que encontrara a su hijo bajo la lluvia torrencial, pero éste permaneció permanentemente callado e inmóvil, limitándose a mirarle fijamente. Es el que encontramos en la atracción, en medio de la Isla del Placer. Al igual que el personaje original, nos mira fijamente sin decir nada ni mover un dedo. ¡Qué «conciencia» profesional!

¡El mundo de Pinocho también se encuentra en la tienda La Bottega di Geppetto, que recrea fielmente el taller del escultor de madera del clásico de 1940, mientras que el restaurante Au Chalet de la Marionnette reproduce las escenas emblemáticas de la película de animación en sus paredes y en su decoración, ofreciendo incluso la posibilidad de encontrarse en el estómago de la ballena Monstro en la parte del establecimiento que se abre a Adventureland!

En cuanto a los espectáculos y desfiles, Disneyland París le ha rendido homenaje en varias ocasiones, como en la primera versión de Animagique (2002) o durante el Disney Parade (1992), el Main Street Electrical Parade (1992 y luego 1998), el Disney Cinema Parade (2002) o el Disney Dreams Parade (2007).

Autor: Articulo insidears

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